Noche del Jueves Santo
(San Mateo, 26, 17-19; San Marcos, 14, 12-16, San Lucas 22, 7-13) (San Mateo, 26, 20-25; San Marcos, 14, 17; San Lucas, 22, 14-16) (San Juan 13, 1-20.) En las capillas en donde se hace la ceremonia del lavatorio de los pies durante este tiempo se canta el cántico siguiente: Un mandamiento nuevo La señal de los cristianos Quien a sus hermanos no_ama Cristo, Luz, Verdad y Vida Perdonemos al hermano, Somos de Cristo hermanos, En la vida y_en la muerte, En trabajos y _en fatigas, Comulguemos con frecuencia Gloria_al Padre, gloria_al Hijo Terminado el lavatorio de los pies, el sacerdote se reviste de la capa morada y luego recita en lengua vernácula la Antífona «Ubi cáritas»: Donde hay caridad y amor, allí está Dios. Padre nuestro (en voz baja). (San Mateo, 26, 21-25,29; San Marcos, 14, 18-21,25; San Lucas, 22, 17, 18,22; S. Juan, 13, 21-32) (San Mateo, 26, 26-28; San Marcos, 14, 22-24; San Lucas, 23, 19, 20; I Cor. 11, 23- 35) (San Lucas, 22, 21, 23; San Juan, 13, 23-32) (San Lucas, 22, 24-30) (San Lucas, 22, 31-38; San Juan, 13, 33-38) (San Juan, 14, 1-31; 15, 1-17) «¡No se turbe vuestro corazón!... ¡Puesto que creéis en Dios, creed también en Mí!... «Si me amáis, guardareis Mis mandamientos. «Os he dicho estas cosas mientras permanezco con vosotros; mas el Consolador, el Espíritu Santo que enviará mi Padre en Mi nombre Ese, os lo enseñará todo y os recordará todo lo que os he dicho.» «¡La paz os dejo, Mi paz os doy. No os la doy como el mundo os la da! ¡No se turbe vuestro corazón ni se intimide! «Yo Soy la verdadera Vid, y Mi Padre es el Viñador: Todo sarmiento que en MÍ no lleve fruto, lo cortará. Y a todo aquél que diese fruto lo podará para que dé más. (San Juan, 15, 18-27; 16, 1-24) «Si el mundo os aborrece, sabed que antes me aborreció a Mí primero que a vosotros. Si fueseis del «Pero os digo la verdad: os conviene que Yo Me vaya, porque si no Me voy, el Consolador no vendrá a vosotros; pero si Me voy, os Lo enviaré. «Todavía un poco de tiempo y ya no me veréis, y todavía otro poco y Me volveréis a ver; porque Me voy al Padre. «En verdad, en verdad os digo que cuanto pidiereis al Padre en Mi Nombre os lo dará. Hasta ahora no habéis pedido nada en Mi Nombre. Pedidle y recibiréis, para que sea cumplido vuestro gozo. (San Juan 16, 25-33) ESTRIBILLO: 1. (San Juan, 17, 1-26) Esto dijo Jesús, y levantando Sus ojos al cielo añadió: «Padre, llegó la hora! «He manifestado Tu nombre a los hombres que de este mundo Me has dado. Tuyos están, y Tú me los diste. Y han guardado Tu palabra. Ahora saben que todo cuanto Me diste viene de Ti, porque Yo les he comunicado las palabras que Tu Me diste, y ellos ahora las recibieron, y conocieron verdaderamente que Yo salí de Ti, y creyeron que Tú Me has enviado. «Pero no ruego sólo por estos, sino por cuantos crean en Mí por su palabra. Acto de adoración — Dios mío, postrado delante de Vos, reconozco que Vos sois mi Creador, mi soberano Señor y Bienhechor. De Vos depende todo lo que soy y todo lo que tengo. Me entrego a Vos sin reservas y toda mi vida Os seré humildemente sumiso. Os adoramos, ¡oh Jesús! Aquí presente en el Santísimo Sacramento y en todos los Sagrarios del mundo entero, y Os bendecimos porque habéis redimido al mundo por Vuestra Santa Cruz. Hora santa de reparación a las 23:00.
MISA BREVE
Lectura del Santo Evangelio
LA CENA
I. — PREPARACIÓN DE LA CENA
El primer día de los Acimos, día en que la Ley ordenaba inmolar el Cordero pascual, acercáronse los discípulos a Jesús y Le dijeron:
«¿Dónde quieres que preparemos la Cena Pascual?»
Jesús envió a dos de Sus discípulos, Pedro y Juan, diciéndoles:
«Id vosotros a preparar lo necesario para celebrar la Pascua. Cuando entréis en la ciudad, hallaréis a un hombre que lleva un cántaro de agua. Seguidle hasta la casa en que entre y diréis al dueño de la casa: El Maestro te envía a decir: Mi hora se acerca; voy a celebrar la Pascua en tu casa con Mis discípulos; ¿dónde está la sala en que pueda comer el cordero Pascual con mis discípulos?»
«Entonces él os mostrará una gran sala adornada de tapices. Ahí haréis los preparativos.»
Fueron, pues a la ciudad, como les había ordenado Jesús, y hallaron como El les había dicho, y prepararon la Pascua.II. — LA PASCUA LEGAL COMENZADA
Puesto ya el sol, Jesús fue ala ciudad con los Doce, y llegada la hora, se puso con ellos a la mesa, y les dijo:
«Ardientemente he deseado comer esta Pascua con vosotros, antes de padecer, porque os digo que no la comeré más hasta que se cumpla en el Reino de Dios.Mandatum
III. — EL LAVATORIO DE LOS PIES
La víspera del día solemne de la Pascua, sabiendo Jesús que era llegada Su hora de pasar de este mundo al Padre, como hubiese amado a los Suyos, que estaban en el mundo, los amó hasta el fin.
Y comenzada, la Cena Pascual, como el diablo hubiese ya puesto en el corazón de Judas, Iscariote, hijo de Simón el propósito de entregarle.
Sabiendo Jesús que El Padre había puesto en Sus manos todas las cosas y que, había salido de Dios, y a El se volvía; se levanta de la mesa, se quita los vestidos, y tomando una toalla, se la ciñe, echa después agua en una jofaina y comienza a lavar los pies de Sus discípulos y a enjugárselos con la toalla que se había ceñido, llega, pues, a Simón Pedro, que le dice:
«¡Señor! ¿Tú lavarme a mí los pies?
— Jesús responde, y le dice: lo que Yo hago tú no lo sabes ahora; lo sabrás después.
— Dícele Pedro: ¡Jamás me lavarás Tú a mílos pies!
— Si no te los lavare, no tendrás parte conmigo Le contesta Jesús.»
Simón Pedro le dice:
«Señor, entonces, no sólo los pies, sino también las manos y la cabeza.
— El que ya está lavado, prosigue Jesús, no necesita lavarse más que los pies, pues está todo limpio; y vosotros estáis limpios, pero no todos.»
Porque sabía quién había de entregarle, y por eso dijo:
«No todos estáis limpios.»
Cuando les hubo lavado los pies, ¿Tú lavarme a mí los se pone otra vez el manto, se sienta de nuevo a la mesa y les dice:
«¿Entendéis lo que he hecho con vosotros? Vosotros Me llamáis Maestro y Señor, y decís bien, porque de verdad lo Soy. Si Yo, pues, os he lavado los pies siendo Vuestro Maestro y Señor, también habéis de lavaros los pies vosotros unos a otros, porque os he dado ejemplo, para que vosotros también hagáis como Yo he hecho.
«En verdad, en verdad os digo que no es el siervo mayor que su señor, ni el Apóstol más que Aquél que le envió. Dichosos vosotros si practicáis estas cosas que sabéis.
«No lo digo de todos vosotros; Yo sé a quiénes he escogido; mas lo digo para que se cumpla la Escritura: El que come Mi pan levantó contra MÍ su calcañar.»
«Os lo digo desde ahora, antes de que suceda, para que, cuando suceda, creáis que Yo Soy.
«En verdad, en verdad os digo que, quien recibe al que Yo enviare, a Mí me recibe; y el que me recibe a Mí, recibe a Aquél que Me ha enviado.UN MANDAMIENTO NUEVO
Nos da_el Señor
Que nos amemos todos
Como nos ama Dios.
Es amarnos como_hermanos.
Miente si_a Dios dice que_ama.
Al perdón y amor invita.
Como Cristo_ha ordenado.
Si de veras perdonamos.
Dios nos ama para siempre.
Cristo_a todos nos anima.
Para amarnos a conciencia.
Y _al Espíritu Divino.Ubi caritas
Nos ha reunido el amor de Cristo.
Alegrémonos y gocémonos en el mismo.
Temamos y amemos al Dios vivo.
Y amémonos con sincero corazón.
Donde hay caridad y amor, allí está Dios.
Estando, pues congregados en uno,
Evitemos el andar desunidos en espíritu;
Cesen las malignas rencillas, cesen las luchas,
Y en medio de nosotros esté Cristo Dios.
Donde hay caridad y amor, allí está Dios.
Juntos veamos también con los bienaventurados,
Tu rostro en la gloria, ioh Cristo Dios!:
Que será un inmenso y puro gozo,
Por los siglos infinitos de los siglos. Amén.
V/. Y no nos dejes caer en la tentación.
R/. Mas líbranos del mal. Amén.
V/. Señor, mandasteis que Vuestros preceptos.
R/. Se guarden exactamente.
V/. Lavasteis los pies de Vuestros discípulos.
R/. No despreciéis las obras de Vuestras manos.
V/. Señor, escuchad mi oración.
R/. Y llegue a Vos mi clamor.
V/. El Señor sea con vosotros.
R/. Y con Vuestro espíritu.
Oremos: —- Os pedimos, Señor, que atendáis a este obsequio de nuestra servidumbre; y ya que Vos Os dignasteis lavar los pies a Vuestros discípulos, no despreciéis las obras de Vuestras manos que nos habéis mandado imitar; para que, así como aquí nos lavamos unos a otros nuestras manchas exteriores, así Vos nos limpiéis de las manchas interiores de los pecados de todos nosotros. Lo cual dignaos concedernos, Vos, que siendo Dios, vivís y reináis por todos los siglos de los siglos.
R/. Amén.Lectura del Santo Evangelio (Continuación)
IV. — EL TRAIDOR ES DENUNCIADO CLARAMENTE A SÍ MISMO POR JESÚS
Dicho esto, turbóse Jesús en Su espíritu y mientras Sus discípulos seguían a la mesa comiendo, les dijo protestando:
«En verdad, en verdad os digo que uno de vosotros Me entregará; y ése está comiendo Conmigo.»
Al oír esto los discípulos, llenos de tristeza se miraban unos a otros, no sabiendo a cuál de ellos se refería, y cada uno Le preguntaba:
«¿Soy yo acaso, Señor?»
Jesús respondió:
«¡Es uno de los doce! Sí, hay uno que pone la mano Conmigo en el plato, y ése es el que me ha de entregar. El Hijo del Hombre se va, según está escrito de Él. Pero ¡ay de aquél por quien el Hijo del Hombre será entregado! Mejor le fuera a ése no haber nacido.»
Tomó entonces la palabra Judas y le preguntó:
«¿Soy acaso yo, Maestro?
— Tú lo has dicho.»
Después tomó Jesús el cáliz, dio gracias y dijo:
«Tomad y bebed todos de él. En verdad os digo que de hoy en adelante ya no beberé de este fruto de la vid hasta que llegue el Reino de Dios; pero nuevamente lo beberé con vosotros en el reino de Mi Padre.»V. — INSTITUCIÓN DE LA EUCARISTÍA Y DEL SACERDOCIO CATÓLICO
Durante la cena tomó Jesús pan, y bendiciéndolo, lo partió, lo dio a Sus discípulos y les dijo:
«Tomad y comed: ESTE ES MI CUERPO, que será entregado por vosotros.»
Asimismo tomando el cáliz, dando gracias, lo bendijo y lo dio a Sus discípulos, diciendo:
«Tomad y bebed todos de él, por que ÉSTE ES EL CÁLIZ DE MI SANGRE la Sangre de la nueva alianza,que será derramada por vosotros y por muchos en remisión de los pecados. HACED ESTO EN MEMORIA MÍA cada vez que lo bebáis.»OH JESÚS QUE EN LA HOSTIA SAGRADA
1.
Oh Jesús que en la Hostia Sagrada,
El Amor infinito_acrisolas,
Y gustoso y humilde Te_inmolas,
Transformado_en divino Manjar.
2.
Tú con pródiga mano nos diste
Una patria por Ti bendecida,
Por dos mares inmensos unida
Que la besan y arrullan al par.
3.
En sus campos ubérrimos brotan
Como premio_a la fácil labranza,
Entre cantos de dulce_esperanza,
Abundante la pródiga mies.
4.
Jesús Hostia, quedarte quisiste
Veinte lustros de paz y de _arrullos
Que_a Ti vayan los cánticos suyos,
Á mostrar su cariño_a lus pies.
5.
El que boga_en el mar tenebroso
Entre_angustia, zozobra _y quebranto;
El que vierte_a raudales el llanto,
Sin consuelo ni_amparo ni luz.
6.
Venga_aquí donde humilde se_oculta
El Dios hombre bajado del cielo,
Que por dar a los hombres consuelo
Dio primero Su Sangre _en la Cruz.Lectura del Santo Evangelio (Continuación)
VI. — JESÚS DENUNCIA EL TRAIDOR A SAN JUAN Y LE DESPIDE
A continuación dijo Jesús estas palabras:
«He aquí que la mano del que Me entregará está Conmigo en la mesa.»
Los Apóstoles, en el colmo de la inquietud y del dolor, comenzaron a preguntarse unos a otros sobre quién de ellos sería el que había de hacer esto.
Uno de ellos, aquél a quien Jesús amaba, estaba recostado a la mesa sobre el seno de Jesús. A este discípulo preguntó Simón Pedro por señas:
«¿De quién habla?»
E inclinándose más el discípulo sobre el pecho de Jesús, le preguntó:
«¿Quien es, Señor?»
— Aquél a quien voy a dar pan mojado,» respondió Jesús en voz baja.
Y habiendo mojado pan, se lo dio a Judas, hijo de Simón Iscariote. Luego que Judas comió el pan Satanás se apoderó de él.
«Lo que has hacer, hazlo pronto, le dijo Jesús.»
Y ninguno de los que estaban en la mesa entendió porqué le dijo esto, pues siendo Judas el que guardaba la bolsa, pensaron que Jesús le había dicho: Compra lo que necesitamos para la fiesta; o bien que le ordenaba dar alguna limosna a los pobres.
Luego que Judas tomó el bocado, se salió, siendo ya de noche.
Y así que hubo salido, repuso Jesús:
«Ahora ha sido glorificado el Hijo del Hombre, y Dios ha sido glorificado en El. Si, Dios ha sido glorificado en El, Dios también Le glorificará a El, y Le glorificará enseguida.VII. — ÚLTIMA DISCUSIÓN DE LOS APÓSTOLES SOBRE LA PRECEDENCIA
Se suscitó entonces entre los Apóstoles una contienda sobre quién de ellos, sería el mayor.
Pero Jesús les dijo:
— Los reyes de las naciones imperan, sobre ellas y los que ejercen la autoridad sobre las mismas son llamados bienhechores; pero no así vosotros, sino que el mayor entre vosotros será como el menor.
— Porque ¿quién es el mayor, el que está a la mesa o el que sirve? ¿No es el que está a la mesa? Sin embargo, Yo estoy en medio de vosotros como quien sirve.
— Vosotros habéis perseverado constantemente Conmigo en Mis tribulaciones: por eso Yo os preparo el Reino, como Mi Padre Me lo ha preparado a Mí, para que comáis y bebáis a Mi mesa en Mi Reino y os sentéis en tronos para juzgar a las doce tribus de Israel.DISCURSO DESPUÉS DE LA CENA
«Hijitos Míos, un poco de tiempo estaré todavía con vosotros. Me buscaréis; pero os repito lo que dije a los judíos: A donde Yo voy vosotros no podéis venir.»
«Un mandamiento nuevo os doy: que os améis unos a otros como Yo os he amado. En esto conocerán todos que sois Mis discípulos: por el amor que os tengáis unos a otros.
— ¿Señor, a dónde Te vas? le preguntó entonces Simón Pedro.
— A donde Yo voy, le respondió Jesús, tú no puedes seguirme ahora: Me seguirás más tarde.
— ¿Por qué no puedo seguirte ahora?... preguntó Pedro. iYo daré mi vida por Ti!... ¡Preparado estoy para ir Contigo no solo a la prisión, sino a la muerte!
— Que tú, replicó Jesús, ¿darás la vida por Mi? ¡En verdad, en verdad te digo: antes que el gallo cante dos veces, me negarás tres veces!
«¡Simón! Simón!, Satanás ha pedido pasaros por el harnero como el trigo; mas Yo he rogado por ti, para que tu fe no desfallezca. Y tú, una vez convertido, confirma a tus hermanos.»
Dijo después a todos:
«Cuando os envié sin bolsa, sin alforja y sin sandalias, ¿os faltó alguna cosa?»
— Nada, respondieron ellos.
— Pues ahora, prosiguió Jesús, el que tenga bolsa, tómela, e igualmente la alforja; y el que no tenga, venda su manto y compre una espada.
«Porque, os digo, que ha de cumplirse en Mí esto que está escrito: Fue contado entre los malhechores. Y las cosas que de MÍ fueron pronunciadas están a punto de cumplirse.»
Dijéronle ellos:
«Señor, aquí hay dos espadas.
— Basta, dijo Jesús.»LAS ÚLTIMAS RECOMENDACIONES
I. — UNIÓN CON JESÚS POR LA FE Y LA ORACIÓN
«En la casa de Mi Padre hay muchas moradas, si no fuera así, os lo diría. Porque voy a prepararos el lugar. Cuando Yo me haya ido y os haya preparado el lugar, de nuevo volveré y os tomaré conmigo, para que donde Yo estoy estéis también vosotros. Pues para donde Yo voy, vosotros conocéis el camino.
— Señor, díjole Tomás, nosotros no sabemos a dónde vas: pues ¿cómo hemos de saber el camino?»
Dícele Jesús:
«Yo soy el camino, la verdad, y la vida, respondió Jesús: nadie va al Padre sino por Mí. Si me hubieses conocido; ciertamente conoceríais también a Mi Padre; pero Le conoceréis luego, y ya Le habéis visto.
— Señor, le dijo Felipe, muéstranos al Padre, y nos basta.
— Felipe, le responde Jesús, ¿tanto tiempo ha que estoy con vosotros y aun no me habéis conocido? Felipe, el que me ha visto a MÍ, ha visto al Padre. Pues ¿cómo dices tú: «¿Muéstranos al Padre?»
«¿No crees que Yo estoy en el Padre y el Padre está en Mi? Las palabras que Yo os digo no las hablo de MÍ mismo; el Padre, que mora en Mí, es quien hace Mis obras. ¿Cómo no creéis que Yo estoy en el Padre y que el Padre está en MÍ? Creedlo, al menos, por las obras que hago.
«En verdad, en verdad os digo que, quien cree en MÍ, hará las obras que Yo hago y las hará aun mayores que estas. Porque Yo me voy al Padre; y cuanto pidieseis al Padre en Mi Nombre, Yo lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Y si pidiereis algo a MÍ mismo en Mi Nombre, Yo lo haré.» UNIÓN CON JESÚS POR EL AMOR
«Y Yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador para que esté siempre con vosotros, esto es, el Espíritu de verdad, a quien el mundo no puede recibir, porque no Le ve ni Le conoce. Pero vosotros Le conoceréis, porque morará con vosotros y estará dentro de vosotros.
«No os dejaré huérfanos: volveré a vosotros.
«Todavía un poco, y el mundo ya no me verá; pero vosotros me veréis, porque Yo vivo y vosotros viviréis.
Entonces conoceréis que Yo estoy en Mi Padre, y que vosotros estáis en Mí y Yo en vosotros.
«El que recibe Mis mandamientos y los observa, ése es el que Me ama; y el que Me ama a Mí será amado de Mi Padre, y Yo le amaré y me manifestaré a él.»
Dícele Judas, no el Iscariote:
«Señor, ¿qué ha sucedido para que hayas de manifestarte a nosotros y no al mundo?
— El que Me ama, le respondió Jesús, guardará Mi palabra, y Mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada en él; pero el que no Me ama no guarda mi palabra; y la palabra que habéis oído no es Mía sino del Padre que Me ha enviado.III. — UNIÓN CON JESÚS EN EL ESPÍRITU SANTO
IV. — UNIÓN CON JESÚS EN LA PAZ Y EL GOZO
«Habéis oído que os he dicho; Me voy, y vuelvo a vosotros.» Si me amarais, os alegraríais, pues voy al Padre: porque el Padre es mayor que Yo.
«Os lo digo ahora, antes que suceda, para que cuando suceda creías. Ya no hablaré mucho con vosotros, porque viene el príncipe del mundo, que en Mí no tiene nada.
«Pero conviene que el mundo conozca que Yo amo al Padre, y que, según el mandato que me ha dado el Padre así lo hago. Levantaos y vámonos de aquí.V. — LA UNIÓN NECESARIA E ÍNTIMA CON JESÚS PARA TODAS LAS OBRAS SANTAS EN ESPECIAL PARA LAS OBRAS DE CARIDAD CRISTIANA
«Vosotros ya estáis podados y purificados, por la palabra que os he dicho.
«Permaneced, en Mí, y Yo en vosotros. Así como el sarmiento no puede de si mismo producir fruto si no permaneciere en la vid, tampoco vosotros, si no permanecéis en Mí.
«Yo Soy la Vid, vosotros los sarmientos. El que permanece en Mí y Yo en él, ése da mucho fruto, porque sin MÍ no podéis hacer nada.
«El que no permanezca en Mi, es echado fuera, como un sarmiento, y se secará, y lo recogerán y echarán al fuego, y arderá.
«Mas si permanecéis en Mí y Mis palabras permanecen en vosotros, pediréis lo que queráis y se os dará.
«Mi Padre queda glorificado en que vosotros llevéis mucho fruto y seáis discípulos Míos.
«Como el Padre Me amó, así os he amado Yo: perseverad en Mi amor.
«Si observáis Mis preceptos, perseveraréis en Mi amor, así como Yo he guardado los preceptos de Mi Padre y persevero en Su amor.
«Os he dicho estas cosas para que Mi gozo este en vosotros y vuestro gozo sea completo.
«Mi precepto es que os améis unos a otros, como Yo os he amado, pues nadie tiene mayor amor que el dar la vida por sus amigos. Vosotros sois Mis amigos si hacéis lo que Yo os mando. Ya no os llamaré siervos, pues el siervo no sabe lo que hace su amo: os he llamado amigos, porque os he dado a conocer todas las cosas que he oído de Mi Padre.
«No sois vosotros que me habéis escogido, sino Soy Yo quien os he escogido y destiné a que vayáis, y deis fruto, y vuestro fruto permanezca, Para que cuanto pidiereis al Padre en Mi nombre os lo dé.
«Lo que os mando es que os améis unos a otros.EL TESTAMENTO DEL CONSUELO
I. — CONSUELO Y GOZO EN LAS PERSECUCIONES
mundo, el mundo amaría lo suyo. Mas no sois del mundo, sino que Yo os separé del mundo, y por eso el mundo os aborrece.
Acordaos de aquella palabra que os dije: «No es el siervo mayor que su señor.» Si Me han perseguido a MÍ, también a vosotros os perseguirán; y como han practicado Mi doctrina, del mismo modo practicarán la vuestra. Pero harán con vosotros todo esto por causa de Mi Nombre, porque no conocen a Aquél que Me ha enviado.
«Si Yo no hubiera venido y no les hubiese hablado, no tendrían culpa; mas ahora no tienen excusa de su pecado: el que me aborrece a Mí, aborrece también a Mi Padre. Si Yo no hubiese hecho entre ellos obras que ninguno otro hizo, no tendrían pecado; mas ahora, habiéndolas visto, me han aborrecido a Mí y a Mi Padre. De esta suerte se cumple la sentencia escrita en su Ley: «Me han aborrecido sin causa alguna.»
«Cuando venga el Consolador que Yo os enviaré de parte de Mi Padre, el Espíritu de verdad, que procede del Padre, Él dará testimonio de Mí. Y vosotros también daréis testimonio, porque desde el principio estáis Conmigo. «Esto os he dicho para que no os escandalicéis.
«Os echarán de las sinagogas, y hasta vendrá tiempo en que, quien os mate, pensará prestar un servicio a Dios. Os tratarán de esta suerte porque no conocen al Padre ni a Mí.
«Pero os he dicho estas cosas para que, cuando llegue la hora, os acordéis de ellas y de que Yo os las he dicho. Esto no os lo dije desde un principio porque estaba Yo con vosotros; mas ahora voy al que Me ha enviado y nadie de vosotros me pregunta: «¿A dónde vais?» Pero porque os hablé estas cosas, vuestro corazón se ha llenado de tristeza.II. — CONSUELO EN LA PRÓXIMA VENIDA DEL ESPÍRITU SANTO
«Cuando El venga, convencerá al mundo de que hubo pecado, de que había justicia, de que habrá juicio.
«De que hubo pecado, porque no creyeron en Mí.
«De que había justicia, porque Me voy al Padre y ya no Me veréis.
«De que habrá juicio porque el príncipe de este mundo está ya juzgado.
«Muchas cosas tengo aún que deciros; mas, por ahora, no podéis comprenderlas. Cuando venga el Espíritu de verdad, Él os enseñará todas las verdades, pues no hablará de si mismo, sino que dirá todas las cosas que habrá oído y os anunciará las venideras. El me glorificará, porque recibirá de lo Mío y os lo anunciará.
«Todo cuanto tiene el Padre, es Mío. Por eso os he dicho que recibirá de lo Mío y os lo anunciará.»III. — CONSUELO EN LOS TRIUNFOS QUE CORONARÁN LA LUCHA
Dijéronse, algunos de los discípulos:
«¿Qué es esto que nos dice: Todavia un poco, y no Me veréis, y todavía otro poco y Me veréis; porque voy al Padre?» «¿Qué poco de tiempo es este de que habla? No entendemos lo que dice...»
Conoció Jesús que deseaban preguntarle y les dijo:
«Estáis preguntándoos unos a otros porque habré dicho: «Todavía un poco y ya no Me veréis, y todavía otro poco y Me volveréis a ver.»
«En verdad, en verdad os digo que lloraréis y os lamentaréis, y el mundo se alegrará; vosotros os entristeceréis, pero vuestra tristeza se convertirá en gozo.
«La mujer, al dar a luz, está poseída de tristeza, porque ha llegado su hora; pero una vez que ha dado a luz un hijo, ya no se acuerda de su angustia, por el gozo que tiene de haber dado un hombre al mundo.
«Así vosotros, en verdad, estáis tristes ahora; pero de nuevo os veré, y vuestro corazón se regocijará y nadie os quitará vuestro gozo.
«Entonces no tendréis ya cosa alguna que preguntarme.IV. — CONSUELO EN LA EFICACIA DE LA ORACIÓN
CONCLUSIÓN DEL DISCURSO
«Esto os he dicho en parábolas: llega la hora en que ya no os hablaré más en parábolas, antes os hablaré claramente del Padre. Aquél día pediréis en Mi Nombre; y no os digo que Yo rogaré al Padre por vosotros, pues el mismo Padre os ama, porque vosotros me habéis amado y creído que Yo he salido de Dios.
«Salí del Padre y vine al mundo: de nuevo dejo el mundo y Me voy al Padre.
— Dijéronle Sus discípulos: Ahora hablas claramente y no en parábolas; ahora sabemos que conoces todas las cosas y que no necesitas que nadie Te pregunte; en esto creemos que has salido de Dios.
— Respondióles Jesús: ¿Ahora creéis? He aquí que llega la hora, y ya llegó, en que os dispersaréis cada uno por su lado y Me dejaréis solo; pero no estoy solo, porque el Padre está Conmigo.
«Esto os he dicho para que tengáis paz en MÍ. En el mundo habéis de tener tribulación; pero confiad: Yo he vencido al mundo!...»EL AMOR DE CRISTO NOS REÚNE
El Amor de Cristo nos reúne
En banquete fraternal,
Con la luz de nuestra fe_en el alma
Acudamos juntos al altar,
Acudamos juntos al altar.
A los hombres del desierto
Milagroso pan les dio
En figura del misterio
Que _en la Cena consumó. (Bis)
2.
Al que coma de Mi Carne,
Al que beba de Mi Sangre,
Le daré la vida_eterna,
En el Reino de Mi Padre. (Bis)
3.
Con deseo vehemente,
Quise comer esa Pascua,
Antes que venga Mi Muerte,
Muerte que_a los hombres salva. (Bis)
4.
Congregados en la Cena,
El Señor bendijo_el Pan,
Y _en Su Cuerpo convertido,
Lo_entregó_a la_humanidad. (Bis)
5.
Lo que_acabo Yo de_hacer
Lo debéis hacer vosotros,
Y guardad este recuerdo
Que_es eterno testamento. (Bis)
6.
El Señor resucitado,
Vuelve_a la gloria del cielo
Pero vive con Su_lglesia,
En el Santo Sacramento. (Bis)
7.
Llegará _el fin de los tiempos,
Otra vez vendrá_el Señor;
Los que amaron y creyeron
Reinarán siempre con El. (Bis)Lectura del Santo Evangelio (continuación)
SUPREMA ORACIÓN DE JESÚS A SU PADRE
I. — JESÚS ORA POR SI MISMO
«Glorifica a Tu Hijo para que el Hijo te glorifique, según el poder que le diste sobre toda carne, para que a todos los que Tú le diste les dé El la vida eterna.
«Esta es la vida eterna: que Te conozcan a Ti único Dios verdadero, y a Tu enviado Jesucristo.
«Yo Te he glorificado sobre la tierra llevando acabo la obra que Me encomendaste realizar.
«Ahora tú, Padre, glorifícame al lado de Ti mismo con la gloria que tuve cerca de ti antes que el mundo existiese.II. — JESÚS ORA POR SUS DISCIPULOS
«Yo ruego por ellos; no ruego por el mundo; sino por los que Tú Me diste; porque Tuyos son, y todo lo mío es Tuyo, y lo Tuyo Mío: y Yo he sido glorificado en Ellos.
«Yo ya no estoy en el mundo; pero ellos están en el mundo, mientras Yo voy a Ti.
«¡Padre Santo!, guarda en Tu Nombre a estos que has dado, para que sean uno como nosotros.
«Mientras Yo estaba con ellos, Yo conservaba en Tu Nombre a estos que Me has dado, y los guardaré, y ninguno de ellos pereció, si no es el hijo de la perdición, para que la escritura se cumpliese. Pero ahora Yo vengo a Ti.
«Y hablo estas cosas en el mundo para que tengan Mi gozo cumplido en si mismos.
«Yo les he dado Tu palabra, y el mundo los aborreció porque no eran del mundo, como Yo no Soy del mundo.
«No pido que los saques del mundo, sino que los guardes del mal.
«Ellos no son del mundo, como Yo no Soy del mundo.
«Santifícalos en al verdad, pues Tu palabra es verdad.
«Como Tú me enviaste al mundo, así Yo los envié a ellos al mundo.
«Y Yo por ellos me santifico, para que ellos sean santificados en verdad.III. — JESÚS ORA POR LOS FIELES
«Para que todos sean uno, como tú, Padre, estas en Mí, y Yo en Ti, para que también ellos sean en nosotros y el mundo crea que Tú Me has enviado.
«Yo les he dado la gloria que Tú me diste, a fin de que sean uno, como nosotros somos uno.
«Yo en ellos y Tu en Mí, para sean perfectamente uno y conozca el mundo que Tú me enviaste y amaste a estos como Me amaste a Mí.
«Padre los que Tú Me has dado, quiero que donde esté Yo estén ellos también Conmigo, para que vean Mi gloria, que Tú Me has dado, porque Me amaste antes de la creación del mundo.
«Padre justo, si el mundo no Te ha conocido, Yo Te conocí, y éstos conocieron que Tu me has enviado, y Yo les di a conocer Tu nombre, y se lo haré conocer, para que el amor con que Tú Me has amado esté en ellos y Yo en ellos.