Jueves de Pascua


Jésus apparaît aux Apôtres sur le lac de Tibériade

Introito

Tu mano vencedora alabaron, Señor, todos a una, aleluya: porque la Sabiduría abrió la boca de los mudos, e hizo elocuentes las lenguas de los niños. Aleluya, aleluya. Salmo: Cantad al Señor un cántico nuevo: porque ha hecho maravillas. V. Gloria al Padre.

La Colecta nos presenta a todas las naciones reunidas en una sola por la predicación apostólica. Los neófitos han sido admitidos en esta unidad por su bautismo; la Santa Iglesia pide a Dios que los mantenga en ella por su gracia.

Colecta

Oh Dios, que uniste la diversidad de las gentes en la confesión de tu nombre: da, a los renacidos en la fuente del Bautismo, una misma fe en las almas y una misma piedad en las obras. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Epístola

Lección de los Hechos de los Apóstoles (VIII, 26-40).
En aquellos días el Angel del Señor habló a Felipe diciendo: Levántate y vete hacia el mediodía, al camino que baja de Jerusalén a Gaza, el cual está desierto. Y, levantándose, se fué. Y he aquí que un eunuco etíope, ministro de Candace, reina de los Etíopes, y superintendente de todas sus riquezas, había ido a Jerusalén a adorar a Dios: y ahora volvía a su tierra, sentado en su carro, y leyendo al Profeta Isaías. Y dijo el Espíritu a Felipe: Acércate y arrímate a ese carro. Y, acercándose Felipe, le oyó leer al Profeta Isaías, y le dijo: ¿Entiendes, por ventura, lo que lees? El dijo: ¿Y cómo podré entenderlo, si alguien no me lo explicare? Y rogó a Felipe que subiera y se sentara con él. Y el lugar de la Escritura que leía, era éste: Fué llevado a la muerte como una oveja: y, como un cordero, mudo ante el que le trasquila, no abrió su boca. Después de su humillación h a sido libertado de la muerte, a que fué condenado. Su generación ¿quién podrá explicarla, puesto que su vida será quitada de la tierra? Y, preguntando el eunuco a Felipe, dijo: Ruégote: ¿de quién dice esto el profeta? ¿De sí, o de algún otro? Entonces Felipe, abriendo su boca, y comenzando desde esta Escritura, le evangelizó a Jesús. Y, yendo por el camino, llegaron a donde había agua: y dijo el eunuco: Aquí hay agua: ¿qué impide que yo sea bautizado? Y dijo Felipe: Si crees de todo corazón, se puede. Y, respondiendo él, dijo: Creo que Jesucristo es el Hijo de Dios. Y mandó parar el carro: y bajaron los dos, Felipe y el eunuco, al agua, y le bautizó. Y, habiendo subido del agua, él Espíritu arrebató a Felipe, y no le vió más el eunuco. Y siguió su camino gozoso. Felipe, en cambio, se encontró en Azoto, y, al pasar, anunció el nombre del Señor Jesucristo en todas las ciudades, hasta que llegó a Cesárea.

Gradual

Este es el día que hizo el Señor: gocémonos y alegrémonos en él. V. La piedra que reprobaron los constructores, se convirtió en cabeza angular: esto fué hecho por el Señor, y es maravilloso a nuestros ojos. Aleluya, aleluya. V. Resucitó Cristo, que creó todas las cosas, y se compadeció del género humano.

Secuencia

A la victima pascual alabanzas inmolen los cristianos.
El Cordero redimió a las ovejas: Cristo, inocente, reconcilió con el Padre a los pecadores.
La muerte y la vida lucharon en duelo sublime; muerto el Rey de la vida, reina vivo.
Dinos, tú, María: ¿qué viste en el camino?
El sepulcro de Cristo viviente: y la gloria vi del resurgente.
Los testigos angélicos, el sudario y los vestidos.
Resucitó Cristo, mi esperanza; precederá a los Suyos en Galilea.
Sabemos que Cristo ha resucitado realmente de entre los muertos; Tú, victorioso Rey, ten piedad de nosotros. Amén. Aleluya.

Evangelio

Continuación del santo Evangelio según San Juan (20, 11-18).
En aquel tiempo María estaba fuera, junto al sepulcro, llorando. Y, mientras lloraba, se inclinó, y miró el sepulcro: y vió dos Angeles, vestidos de blanco, sentados, uno a la derecha y otro a los pies del lugar donde había sido puesto el cuerpo de Jesús. Y dijéronla: Mujer, ¿por qué lloras? Díjoles: Porque han llevado a mi Señor: y no sé dónde le han puesto. Y, después de decir esto, se volvió hacia atrás, y vió a Jesús, que estaba allí: y no sabía que era Jesús. Di jóle Jesús: Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas? Ella, creyendo que era el hortelano, di jóle: Señor, si le has quitado tú, dime dónde le has puesto: y yo le llevaré. Di jóle Jesús: ¡María! Vuelta, ella, díjole: ¡Rabbóni! (que significa Maestro). Dijola Jesús: No me toques, porque aún no he subido a mi Padre: pero vete a mis hermanos, y diles: Subo a mi Padre, y a vuestro Padre, a mi Dios, y a vuestro Dios. Fué María Magdalena anunciando a los discípulos: He visto al Señor, y me ha dicho esto.

Comunión

Pueblo de conquista, pregonad las maravillas, aleluya: de aquel que os ha llamado de las tinieblas a su admirable luz. Aleluya.

Poscomunión

Escucha, Señor, nuestras preces: para que los sacrosantos Misterios de nuestra redención nos presten tu auxilio en la vida presente, y nos granjeen los gozos sempiternos. Por Jesucristo, nuestro Señor, Amén.

(TIEMPO PASCUAL – Año Litúrgico – Dom Prospero Gueranger, JUEVES DE PASCUA)